La política ha demostrado que
se lleva en la sangre y que bien desempeñada es un trabajo con carácter de
apostolado de servicio a la comunidad, ajena al apetito voraz de hacer dinero, como en algunos ejemplos, se han encargado de desprestigiarla. Pero no todo
es así y veamos el siguiente ejemplo.
En Aratoca, Santander,
Alejandra Ramírez Ordoñez hija de un abnegado trabajador y de una ex concejala
de la misma localidad, cuando apenas
acababa de cumplir 18 años de edad, fue elegida para ocupar un escaño en
el Concejo.
Orgullosa de su pueblo, Aratoca,
la joven edil manifiesta estarle cumpliendo a su comunidad, pues con sus compañeros
de cabildo, han apoyado al alcalde del municipio Willer Beltrán, en el
desarrollo de su plan de gobierno, en la ejecución de obras que benefician para
todos los aratoquenses, labor que adelanta en forma transparente. Leer más