Alejandra Mar |
Con ritmos
repletos de energía y letras de amor, sociales, de protesta e incluso
filosóficas, el rock ha traspasado la frontera del mundo del espectáculo y
logró influir de modo significativo en la sociedad, al tomar conciencia de los
problemas, injusticias y necesidades que existen.
Desde su
aparición, es considerado una forma de arte que ha adquirido gran relevancia,
manteniéndose vigente e inmortalizándose de generación en generación. Permitió
el nacimiento de un increíble número de bandas y artistas hoy reconocidas
mundialmente y definidas como influyentes, ya que escogieron el rock como el
canal y el vehículo para generar un cambio positivo en la sociedad.
En Colombia
los primeros registros de la fiesta
y el rock fueron alrededor de 1957, año en el que presentó la película,
Rock around the clock, de Bill Halley en el teatro El Cid. Posteriormente, hubo
un entusiasmo enorme con discos, conciertos y eventos, es así como entre 1960 y
1964 nacen Los Pelukas, Los Speakers, Los Yetis, Los Flippers y los Daro
Boys bandas consideradas pioneras, ya que fueron las encargadas de sentar
las bases de los sonidos rockanroleros en el país.
Es por eso
que diez fotógrafos contemporáneos le rindieron un homenaje a este valioso
género musical, a través de la exposición ‘Rapsodia Nacional’, en la que
hicieron un recorrido fotográfico con 75 imágenes donde reconstruyeron la memoria
e historia de los últimos 15 años del rock colombiano, sus artistas y su
diversidad.
Alejandra Mar, una de las artistas que formó parte de Rapsodia
Nacional, considera que la exposición ha sido un ejercicio de apertura que se
convirtió en un primer acercamiento al importante trabajo que han hecho por
años los fotógrafos musicales, al dejar registro sobre lo que ha sido cubrir
fotográficamente la música en Colombia. Por eso, desde que decidió
involucrarse, vio la posibilidad de hacer un engranaje poderoso con sus
compañeros para exponer sus trabajos y llevar la exposición más allá, al
convertirla en un espacio de discusión y enriquecimiento donde se generen
nuevas conversaciones y posibilidades para valorizar el trabajo de reportería y
periodismo que hacen los fotógrafos en el ámbito musical.
¿Quién es la
fotógrafa musical que reconstruye la memoria del rock?
La afición
por la fotografía marcó su camino sin que ella se diera cuenta y esto explotó
cuando estaba en la universidad. Desde cuarto semestre comenzó a construir su
carrera como fotógrafa: “mi primer acercamiento al mundo laboral fue gracias a
un compañero de comunicación social que me invitó a trabajar en la revista
independiente RMS cubriendo eventos en prensa, allí participé en mis primeros
conciertos como Slash y Paramore”. Posteriormente, se convierte en fotógrafa
freelance en Archivo de Cromos, lo que le abrió las puertas para realizar en
Shock sus prácticas profesionales y hasta la fecha continúa vinculada a esta
revista como fotógrafa y realizadora audiovisual, completando más de 10 años en
el medio. Ha recorrido festivales como Rock al Parque, Estéreo Picnic, Hip Hop
Music Fest (MEX) y Primavera Sound (BCN).
Gracias a su
amplia trayectoria profesional, Alejandra llega a participar con su trabajo en
la exposición Rapsodia Nacional, con el que buscaban realizar un resumen o un
primer acercamiento sobre lo que ha sido la música en Colombia, sobre todo en
la escena independiente. Por eso, a
través fotografías presentaron al público aquellos momentos y personalidades
importantes que han pasado por la música colombiana, así como mostrar que los
géneros musicales terminan siendo un poco ambiguos y un poco más etéreos.
Entre los
cientos de fotos que tiene de bandas, retratos, backstage y en vivo, su aporte
a la exposición plasma la diversidad de su trabajo por medio de cuatro
imágenes: la primera es un retrato de Goyo la vocalista de Chocquibtown que
hizo en 2016 en el Festival Detonante; la según fotografía es una composición de
las manos y uno de los artistas de Los Petit Fellas; luego está el contraluz
hermoso de una silueta femenina perteneciente a la agrupación del Pacífico que
se llama Afrotumbao tocando la marimba, algo fascinante, ya que este
instrumento normalmente es tocado por hombres, lo que me permite dejar en lo
que está pasando con las mujeres en la escena musical colombiana; finalmente
uno de los favoritos por los asistentes a la exposición era el retrato del
artista Esteman, quien ha llevado el pop a otro nivel con una onda Queer y su
forma de expresar los sentimientos.
“Rapsodia
fue una experiencia maravillosa y enriquecedora para mi vida ya que mediante la
exposición junto con colegas igualmente apasionados por la fotografía y la
música creamos una historia alrededor del concepto de la exposición para que
las personas lograrán ver nuestro trabajo más allá de las redes sociales o una
publicación en un medio. Además, marcamos el primer paso para que haya la
posibilidad de hacer nuevas rapsodias, exposiciones y resúmenes sobre todo lo
que nos ha pasado musicalmente en Colombia y cómo esto nos une”, concluyó la
fotógrafa.
Fuente: Comunicaciones
Politécnico Grancolombiano
Jefatura de
Prensa
Ajuste de
contenido y diagramación: bersoahoy.co
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